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«Solo el que se arriesga a ir demasiado lejos es capaz de descubrir hasta dónde puede llegar»

THOMAS STEARNS ELIOT

Hoy te quiero compartir algunas ideas del libro «Más allá de uno mismo. Ciencia y arte de la performance» de los autores Giorgio Nardone y Stefano Bartoli.

¿Quieres elevar tu talento como mago?

Aquí van 5 ideas.

  • Experimenta para descubrir
  • Experiencias guiadas
  • La inclinación por la mejora
  • Ejercicio constante, pero bien hecho
  • Alimenta tu curiosidad

1. Experimenta para descubrir

Demasiadas veces muchas personas no se atreven a hacer magia porque creen que necesitan algún don especial o talento natural.

Pero es justo al revés: «el talento solo puede ser descubierto y cultivado a través de la experiencia».

¿Cómo vas a descubrir si eres bueno en algo desde el sofá de tu casa?

2. Experiencias guiadas

Aquí en la magia tenemos ventaja con esto.

Cuando uno aprende su primer truco de magia, la emoción explota dentro de uno mismo.

Esa emoción intensa hace que queramos más, que vayamos a por el siguiente efecto sin importar las dificultades que encontremos durante el camino.

Si nuestro cerebro asocia la actividad de hacer magia a sensaciones agradables se convierte en un motor imparable de práctica constante. Si fuese al revés nos resultaría más difícil aprender.

3. La inclinación por la mejora

Un mago extraordinario intenta superar constantemente lo que ya ha conquistado.

Le va la marcha, vamos.

Decía el científico Einstein:

—Mientras que el hombre corriente se detiene satisfecho tras haber encontrado la aguja en el pajar, el científico sigue buscando para comprobar si hay otras.

Un maestro debe ser aquel que provoca a la persona a ir más allá de lo conocido y a llegar a sus propias conclusiones. Elegir bien a la persona que te guía es clave.

4. Ejercicio constante, pero bien hecho

El famoso violinista Paganini decía: «Si no practico un día, nadie lo nota, si no practico dos días, los colegas lo notan, si no practico durante cinco días, todo el mundo lo nota».

Cuando uno se entrega en cuerpo y alma a un arte, se nota.

Pero ahora viene lo realmente importante y extraño.

El escritor Henry James se dedicaba a escribir por las mañanas, y luego pasaba el día viviendo la vida tranquilamente: se hacía sus masajes, se iba a pasar, a tomar algo con sus amigos o a experimentar las cosas más extravagantes.

«El ejercicio debe ir acompañado de otras actividades que distraigan del exceso de concentración mental» dicen los autores del libro.

Es decir: antes de que te bloquees o te vaya a reventar la cabeza, sal de casa y vete a hacer otra cosa radicalmente distinta.

Relaja.

Y luego vuelves a la práctica.

Esta idea rompe con uno de los mitos más extendidos: «cuanto más entrenas mejor lo haces». No siempre es así, insistir demasiado puede aumentar la frustración a niveles altos.

Hay que encontrar un punto de equilibrio.

Y vamos a por el último:

5. Alimenta tu curiosidad

Al contrario de lo que dice el refrán, la curiosidad no mató al gato, lo hizo más sabio, jejejeje.

La curiosidad es una actitud vital.

Una manera de dejarse sorprender por la vida y por lo que nos ocurre.

Como magos, somos generadores de curiosidad.

¿Cómo lo has hecho?

¿Me explicas el truco?

¡Esto es imposible!

Puedes alimentar tu curiosidad de mil maneras distintas: observando a otros magos es una de ellas pero también es importante salir de nuestra burbuja y descubrir el trabajo de otras disciplinas artísticas (la música, el cine, el teatro, la danza, la fotografía…).

Como dijo Steve Jobs (el de Apple): «…seguid hambrientos, seguid alocados».

Y ahora dime: ¿cómo haces tú para mejorar tu talento?

Mientras… sigue aprendiendo con nosotros:

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